En Madrid no se habla de otra cosa: el Primark de Gran Vía. En el interior, un ejército de dependientas se reparte entre cajas y escaparates. La empresa asegura que ofrece «un paquete salarial competitivo».
Vía El Confidencial.
En Madrid no se habla de otra cosa: el Primark de Gran Vía. En el interior, un ejército de dependientas se reparte entre cajas y escaparates. La empresa asegura que ofrece «un paquete salarial competitivo».
Vía El Confidencial.